Este año me
he propuesto llevar un estilo de vida más sano, eso incluye la alimentación y
el ejercicio. A pesar de que ya estamos en Marzo creo que estamos a buen tiempo
de trabajar en nuestras metas o propósitos,
en vez de dejarlas en el baúl del recuerdo para el próximo inicio de año. Este propósito
en especial me cuesta muchísimo, aunque no parezca. O sí. La realidad es que
más que un simple cambio en nuestra alimentación, es un cambio de hábitos y
hasta de mentalidad. Es necesario crear conciencia con nosotros mismos sobre la
importancia de cuidar lo que consumimos y no nada más en alimentos, sino mental
y espiritualmente. Estoy convencida que una vida en equilibrio está orientada a
“nada en exceso”, ya que hasta lo más bueno puede caer en un exceso. Pero si
debe de haber una tendencia hacia lo positivo, hacia una alimentación sana,
cuidar con quien nos estamos rodeando, que estamos leyendo, y claro que debes
en cuando está permitido una comida especial. Esto como un “permiso” especial
que nosotros nos demos.
Esto parece una carta escrita para mí, pero a veces lo
necesito. Para poder vivir una transformación tiene que haber una disposición.
Poco a poco ves cambios, pero son cambios que nacieron de la determinación y compromiso,
con uno mismo.
Este desayuno consta de lo que es mi jugo favorito, en este
momento. Jugo de zanahoria, betabel y manzana. Encontré que tiene muchas
propiedades, entre ellas: Problemas de piel, cambios hormonales, fortalece el
sistema inmunológico, ayuda a la vista así como desintoxica y elimina el
estreñimiento. Además de que sabe muy buena.
Pan tostado (de preferencia integral o de harina de papa)
con aguacate, sal de mar, pimientos. Le puedes agregar plátanos y miel de agave. En mi
caso lo que quería era ya terminar los plátanos para evitar que se echara a
perder, pero en si la idea original es un lonche de aguacate, ¡es ya mi
desayuno o merienda favorita!
Con cariño,
Vianey
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