Lo dije en una entrada anterior, la luna de miel es la parte
más bonita por la que se atraviesa en todo el proceso de una boda. Es el inicio
del matrimonio, y como yo lo veo es el primer viaje que hacen tu mejor amigo y
tú solos. Nosotros nos escapamos a Playa del Carmen tres días y la verdad fue
la mejor decisión, ya que nos sirvió para descansar. Estar recostados en la
arena frente a la inmensidad del mar y el sonido que va y viene no tiene
precio.
Después nos esperaban 6 días en Nueva York, una ciudad que
desde hace ya bastante tiempo tenía ganas de conocer y encontrarme con todos esos lugarcillos
llenos de romance o acción. Fue tal y como lo esperaba, pero si me lleno de
sorpresas.Nueva York tiene un encanto muy peculiar, es popular y lleno
de atracciones que no se cansan de salir en portadas de revistas y postales,
pero tiene a lo que yo llamare “sus secretos mejor guardados”. Y bueno, no son
secretos pero es que cuando llegas a Nueva York todo te resulta familiar por
estas postales que no nos cansamos de ver en el cine, revistas, etc. Lo
interesante esta cuando nos adentramos y encontramos un Nueva York más
discreto, o más ruidoso, de lo que siempre nos presentan. Además de las propias
expectativas que uno pueda tener.Yo me encontré con una ciudad que sencillamente encaja
conmigo, y no por el estilo de vida ruidosa y que nunca duerme. Si no por el
otro Nueva York clásico, romántico e intelectual. Una ciudad interesada por las
artes, así como por las compras. Interesada en la fiesta y la vida llena de luz
artificial como Times Square, pero también por el espacio libre como Central
park. Y así podría seguir mi lista.
Todo lo disfrute, pero la compañía y las caminatas fueron
sin duda la clave para enamorarme de Nueva York. Había leído en varios artículos
sobre la mejor manera de conocerlo y sin duda era caminando. Las cuadras son
largas, en sí en NY todo es más extravagante y sus calles no podrían ser la
excepción. Pero nos aventuramos mi esposo y yo, caminamos y caminamos por las
calles más famosas y otras no tanto. Esto sin duda nos dio la oportunidad de
entrar a lugares que no estaban en nuestro itinerario pero nos dieron una gran sorpresa:
la Biblioteca pública, Radio City music hall, MET, etc.
Desde que empezamos a planear el viaje yo sabía que quería
conocer el Nueva York del día a día, pero era imposible no recorrer los lugares
icónicos. Así que hice un balance. En cuanto a museos nos propusimos conocer
solo dos, pero vaya sorpresa los conocimos todos (MoMa solo las instalaciones)
yo no quería pasar medio día encerrada en un museo, aunque me gustan los
museos, sentía que NY tiene mucho que ofrecer y los días eran contados. Pero
sorpresa, ¡que espectaculares museos tiene NY! Lo digo ahora convencida de que
bien vale la pena visitarlos, y porque no, encerrarse.
Pero bueno, tantas experiencias, tanta energía y romance que
esta entrada podría la más larga del mundo mundial bloguero, así que prefiero
envolverme en aquellos lugares que fueron sorpresas agradables para mí. Porque
siendo sincera los lugares icónicos son tal cual de espectaculares como los
imaginas. A dream come true. Pero aquellos lugares, icónicos, pero que tal vez no están en
tu top para visitar fueron sin duda la sorpresa de la que hablaba. Estos
lugares son la biblioteca pública de Nueva York y Radio Music Hall.
Biblioteca pública de
Nueva York.
¡Wow! Desde el momento en que entras a la biblioteca, activa
y antigua al mismo tiempo, te sientes
muy neoyorquina. Y lo digo porque la vida ahí no está planeado para turistas,
claro que los hay, pero no es el lugar turístico que está preparado para
recibir turistas y más turistas todo el día. Te encuentras muchas veces
incomodando a las personas que están leyendo y trabajando. Pero es que como no
incomodar si es un lugar tan atractivo y silencioso. El edificio fue construido
en 1895. Te sientes clásica y cultural, te sientes de Nueva York. Pero sobre
todo, te sientes agradecida de poder estar de pie en una de las bibliotecas más
grandes del mundo. Por supuesto no pudimos recorrerla toda.
Radio City Music Hall
Este lugar nos ofrecía un recorrido por las instalaciones
del entretenimiento, creado en 1932. Este lugar ha sido casa para espectáculos,
premiaciones y conciertos. Desde Judy Garland hasta Enrique Iglesias. Conocimos
desde el backstage hasta los baños. Y sí, vale la pena, hasta los baños (¡no es
broma!). Lo más increíble de este lugar es como lo han conservado, y es que
inmediatamente que entras te dan ganas de ponerte un vestido de noche y fumarte
un cigarrillo. Aunque no fumes, pero es que te sientes tan de los 30s. Te
enseñan que el escenario es el mismo que está en función desde 1932, sus
funciones y los primeros asientos del Radio City. Si te gustan las épocas,
definitivamente es el tour que recomiendo.
Greenwich Village.
Soy una gran aficionada, seguidora, fan y todo lo que sigue
de la serie de Friends. Bueno pues, me dispuse a buscar el edificio que aparece
como referencia del departamento de Monica y Rachel (No tienen que ser muy fan,
con que hayan visto uno que otro capítulo podrán recordar) para llegar al
edificio que se encuentra en Greenwich village, justo entre Bedford St. y Grove St. tuvimos que recorrer dicho
barrio. De las sorpresas más lindas que me pude llevar, porque siendo honesta
pensaba que sería mucho caminar solo para encontrar un edificio, pero entre que
buscamos la calle y nos perdíamos, nos adentrábamos más y la sorpresa era un
barrio totalmente residencial, con un contraste en lo retro y nuevo, lleno de música
y café. Y pues si dimos con el edificio, pero nuestra sorpresa fue recorrer un
barrio tan lindo y mostrando una cara diferente de Nueva York, lejos del caos y
el ruido.
Ojala algún día vuelva a escribir de Nueva York. Pero mientras
me despido de esta entrada contándoles lo que más me gusto: Central Park. Es un
sueño. Desearía tenerlo cerca para todas las mañanas salir a caminar, hacer
picnics y ser bien feliz. Aún recuerdo la canción del saxofonista, las burbujas
y la gente. Tanta energía.
Con cariño,
Vianey
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