Muchas veces la
respuesta a muchos de nuestros problemas es el perdón. Existen muchas
frases y dichos sobre el perdón, y obviamente lo que he aprendido no es nada
nuevo. Al menos no para algunos, pero para mí si lo fue y poder compartirlo es
una manera de dar testimonio real de lo que el perdón significa, y el increíble
poder que tiene.
Lo primero, y por lo que tenemos que dar gracias a Maya
Angelou por reconocerlo, es el gran secreto del perdón: el perdón es el mejor regalo que te puedes dar a ti mismo. ¡Qué razón
tenía!, cuando alguien te lastima o te ofende, dudas en otorgarle el perdón porque
crees que no se lo merece y tu manera de castigarlo es no dándole ese perdón y
dejarlo que “sufra”. El secreto aquí es que además de castigar a esa persona,
te estas castigando a ti y haciendo sufrir. El daño obviamente se multiplica.
Algo muy curioso que puede pasar es cuando no te piden el
perdón, y de alguna forma te siguen lastimando. Y claro, la impotencia de no
poder hacerle ver a la persona el gran dolor que está causando. Sientes como si
esa impotencia, dolor, sufrimiento, etc. se alojara de manera permanente en algún
rincón del corazón, cuerpo o alma, y va consumiendo. Lo que he aprendido es que el perdón no siempre viene acompañado de una
petición, a veces es necesario otorgarlo sin que nos lo hayan pedido. El perdón
se otorga primero por uno, y segundo para librar a la otra persona.
Esto nos lleva a lo siguiente, el perdón no siempre es cara
a cara o en voz alta. A veces, lo único que se requiere es en un lugar sagrado
para uno, de manera personal, liberar a esa persona (sin que nos lo haya
pedido). Por liberarlo me refiero a perdonarlo, decir con el corazón: por todo el sufrimiento, te perdono. No
importa si no crees en lo espiritual o en la energía, esto es para ti y para
esa persona. Decir con el corazón, sentirlo, y perdonarlo en el lugar más
callado y alejado.
Hay un perdón que pocas veces tratamos, y pueden pasar años
y momentos, y nunca nos acordamos de perdonarnos a nosotros mismos. ¿Cuántas veces
has tomado una decisión incorrecta que te ha lastimado?, o ¿Cuántas veces te
has resentido por algo y lo dejas pasar? Bueno, aquí es importante detenerse y
perdonarse a uno mismo, de otra forma nunca seremos amables y considerados con
nosotros mismos. El perdón más olvidado
es el que es hacia uno mismo, damos por enterados a nuestra conciencia de
lo que hicimos y cerramos el capítulo, sin darnos cuenta de que tenemos el
poder de darnos paz. Tal vez no lo sabíamos, pero si analizas, probablemente
encontraremos algo que perdonarnos.
El perdón es paz. El perdón es amor. El perdón es hogar. Una
pareja feliz, un hogar armonioso, una amistad larga, significa perdón. Para perdonar se requiere mucho valor, y esto no quiere
decir que podemos permitir que la gente nos lastima, pero sí podemos
permitirnos liberarnos de ese dolor y ser compasivos.
Soy creyente de que perdonar es más difícil que pedir perdón,
habrá quien diga lo contrario, pero definitivamente de cualquier manera se requiere valor y humildad. Dos cualidades que nos pueden salvar la vida.
¿A mí que me ha tocado vivir?, todo lo que les platique, y
estoy segura que falta más por aprender (¡Primero Dios!).
Con mucho cariño,
Vi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario